Todos los oficios tienen una gran relevancia para el desarrollo de cualquier actividad empresarial y el de los camarer@s componen un nutrido grupo que presta una labor que bien merece la felicitación por el buen servicio prestado.
Es un oficio que he conocido en primera persona, por ello esos camareros prestos a ofrecer un buen servicio dignifican en gran parte a la hostelería y la restauración en nuestra ciudad. En un mundo donde conlleva mucho debate puesto que no todos están dispuestos a entrar en el mundo de la hostelería, sobre todo en nuestra ciudad y más aún cuando acarrea condiciones muy especiales o contradictorias ante cualquier convenio o estatuto que se aprecie.
¿Descansar un solo día a la semana?, no es muy normal, y si ese día es festivo ¿se pierde?, no entro en las “vacaciones”, pero siendo francos quien necesita un puesto de trabajo y acepta desde un primer momento las condiciones a de ser coherente con su responsabilidad, por eso es un mundo donde lo justo no es lo habitual.
La paciencia de estos profesionales es una de la mayores virtudes, puesto que no se crean que todo es transportar comandas, no siempre todo esta al gusto del consumidor, -tráigame un café con leche-, después de servido -¡me da sacarina!, y una vez cambiado –ponga un poquito de agua-…y así un largo etcétera…
Siempre se habla de que la formación en este sector es fundamental, por ello si queremos calidad debemos ser exigentes en todos los parámetros que influyen para la consecución del objetivo, por lo tanto Sanlúcar merece alcanzar un mayor nivel y profesionalizar aún más el sector, pero sin olvidar el capital humano puesto que son quienes merecen un mayor grado de compromiso con sus derechos.
Es un oficio que he conocido en primera persona, por ello esos camareros prestos a ofrecer un buen servicio dignifican en gran parte a la hostelería y la restauración en nuestra ciudad. En un mundo donde conlleva mucho debate puesto que no todos están dispuestos a entrar en el mundo de la hostelería, sobre todo en nuestra ciudad y más aún cuando acarrea condiciones muy especiales o contradictorias ante cualquier convenio o estatuto que se aprecie.
¿Descansar un solo día a la semana?, no es muy normal, y si ese día es festivo ¿se pierde?, no entro en las “vacaciones”, pero siendo francos quien necesita un puesto de trabajo y acepta desde un primer momento las condiciones a de ser coherente con su responsabilidad, por eso es un mundo donde lo justo no es lo habitual.
La paciencia de estos profesionales es una de la mayores virtudes, puesto que no se crean que todo es transportar comandas, no siempre todo esta al gusto del consumidor, -tráigame un café con leche-, después de servido -¡me da sacarina!, y una vez cambiado –ponga un poquito de agua-…y así un largo etcétera…
Siempre se habla de que la formación en este sector es fundamental, por ello si queremos calidad debemos ser exigentes en todos los parámetros que influyen para la consecución del objetivo, por lo tanto Sanlúcar merece alcanzar un mayor nivel y profesionalizar aún más el sector, pero sin olvidar el capital humano puesto que son quienes merecen un mayor grado de compromiso con sus derechos.
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