Estos sindicatos, o mejor dicho estos representantes sindicales después del fracaso de convocatoria en la huelga de funcionarios se movilizan en contra del gobierno amigo a causa de una reforma laboral que aún nadie sabe en qué va a consistir.
Y negados a la lógica, estos deciden convocar nada más y nada menos que una ¡huelga general!, inaudito pero cierto, es sabido que todos los españoles nos sentimos cabreados ante la situación que atraviesa nuestra querida España, y sentimos una rabia insostenible frente a un gobierno caduco al frente del poder de las decisiones que nos afectan, pero a la vez somos conscientes que no es el momento de convocatorias que no solucionan nada.
La reacción de los representantes sindicales es simple y llanamente absurda, llevan meses jugando al coqueteo promiscuo con los socialistas, siendo ajenos a los datos de paro, importándoles un pimiento la crisis y las familias.
Ahora cuando al gran ZP lo obligan a un giro en su política, donde eso de todo gratis, todos subsidios y todo subvenciones, no compatibiliza con lo necesario para gastar menos e ingresar más, es cuando esos dos muchachos de los sindicatos mayoritarios se han sentido "traicionados", por no decir corneados, o quizás que en su idilio amoroso le han puesto los cuernos y reaccionan con una pataleta que no conduce a nada.
Si se nos preguntaran por el gobierno y sus acciones, es evidente que las respuestas no serian muy agraciadas, pero no tiene justificación ponerse en huelga porque ¡sí!, porque les da la gana y para tomar un pulso contra un gobierno que va directo a la deriva, no pueden afirmar que son contrarios a una reforma laboral que aún no se sabe cómo quedará.
Por ello los ciudadanos, no esperamos nada ni de la reforma laboral, ni de la huelga, ni de los gobiernos, ni de los sindicatos, ni de la oposición, solo nos aferramos a la fe de la esperanza futura, ¡pero por Dios que no tarde…!.
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José Villegas Rosa
Sanlúcar de Bda. (Cádiz)
http://josevillegasrosa.blogspot.com/
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