Nuestra ciudad está marcada por las tradiciones y eso es un detonante que se palpa en todas las épocas del año, por ello calificar como grande nuestra Semana Santa, no será un disparate.
Hay quien comparta la opinión de que la Semana Santa enumera más beneficios que otra cosa para nuestra ciudad, y quien vea lo contrario, tal vez eluda el cómputo general y más bien se ciña al hecho religioso, pero claro nunca llueve a gusto de todos.
Sanlúcar es una ciudad por norma general creyente de la fe católica, ferviente de la religión cristiana y no voy a entrar si somos más o menos practicante puesto que lo dejo en suspenso, pero quiero resaltar que durante estos días se agolpan muchos ciudadanos para ver los pasos procesionales siendo un número importante que determina que la atracción de la celebración de estos actos religiosos atrae a grandes masas.
Los cristianos vemos en los pasos una muestra de las escenas bíblicas más significativas y por lo tanto es un resumen práctico de lo sucedido, además las tallas son de gran valor y nuestras hermandades demuestran su capacidad de mejorar año tras año.
Todo es un patrimonio histórico-artístico que luce, indudablemente por las calles sanluqueñas y quizás ese sea uno de los mayores atractivos, aunque particularmente quiero destacar la fe o la penitencia de los creyentes.
Desde el aspecto económico debo resaltar que estos días va a permitir que la economía sanluqueña tome un pequeño respiro, los sanluqueños y aquellos que nos visitan ya nos encargaremos de hacer gastos que aunque no puedan ser los que quisiéramos…buenos serán.
Por ello me congratulo de vivir en Sanlúcar, puesto que nuestra Semana Santa es digna de elogio y merecimientos, ya que guarda relación con la tradición, la historia y como no con las creencias.
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