Evidentemente la Semana Santa, pude reunir innumerables adjetivos según provengan de sus seguidores o de sus detractores, pero quisiera dejar claro que desde la perspectiva del ciudadano de a pie se presencian actos sorprendentes cargados de tintes de hipocresía que nada tienen que ver con la fe cristiana estos son protagonizados por políticos, aprendices de políticos, representantes sociales, autoridades y por gente que sabe Dios a quien representan.
La apariencia es un grado de vulgaridad que hace al ser humano frágil y cobarde, mientras la sinceridad o la humildad son grandes olvidados entre los demagogos.
Que pretenden con eso de poner caras tristes, o que me expliquen que les motiva la pose en la foto de prensa, que imaginan cuando su atrevimiento les incita a realizar visitas a nuestras iglesias cuando estas se encuentras repletas por creyentes de la fe cristiana,…su pretensión es triste “aparentar”, ¿pero el qué?...
A estos listos de turno solo queda -perdonarlos puesto que seguro no saben lo que hacen-, y si fueran conscientes se dejarían de tanta chapa de pintura y procurarían ser más humildes o sencillos.
Estos actos hirientes ante la fe cristiana los provocan algunos que aprovechan estas épocas de muchedumbre, de gente agolpada en las calles y del empuje social que pretenden adquirir.
1 comentario:
Irremediablemente este teatro existe y puede ser apreciado en cualquier de los muchos eventos sociales. Pero sin embargo, no hay teatro sin publico, el cual tiene por costumbre diferenciar los buenos de los malos teatros.
Un ole por la sinceridad y la transparencia, leccion no aprendida por much@s.
He dicho.
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