El congreso del P.P. de Sanlúcar celebrado el jueves día 25 es una auténtica farsa y no lo afirmo con ningún ánimo de revancha bien lo sabe quien me conoce, pero se dan una serie de circunstancias, todas ellas demostradas que concluyen en la afirmación que desgraciadamente la democracia fue ignorada por la dirección provincial del partido y por la comisión organizadora del congreso.
Si a uno le comunican que su candidatura no es válida se debe argumentar los motivos, razonarlos y mostrar la documentación pertinente, ya que si no lo hacen están ejecutando una acción propia de estados dictatoriales para invalidar a quienes han sido los únicos en denunciar sus manipulaciones.
A parte de celebrarse un congreso en falso, he de resaltar la falsedad de muchos afiliados a este partido que lo de la ética y la moral son conceptos muy complejos anteponiendo la dignidad del ser humano a la posibilidad de que en un futuro le paguen los favores, patético pero real.
En cualquier elección democrática el porcentaje de participación es fundamental para medir el interés que despierta y este congreso celebrado en estas condiciones tan tristes solo a despertado el interés de un 17% de los afiliados del P.P., un dato que demuestra el fracaso del mismo y pone al frente a un presidente sin respaldo suficiente.
La nueva etapa debiera comenzar con nuevos bríos pero no ha sido así; el mérito de la celebración del congreso y la movilización es gracias al equipo de la Plataforma Popular, y el de unir a personas que ya dimitieron, se fueron, o son los responsables de la época más rancia de el P.P. es mérito de la dirección provincial y su talante generoso.
Ya solo queda ver el resultado del disparate que han sido capaces de montar a costa de la honradez y la ilusión de muchos otros que admitimos hasta la vergüenza que nos hacen pasar los responsables de la mentira de un congreso que será impugnado por no corresponder al derecho de la libertad, la igualdad que todos tenemos.
