Un tema que no deja a nadie indiferente es la tesitura de las sombras que planean sobre el futuro de nuestros jóvenes sanluqueños, solo de pensar la escasa posibilidad de empleo y la incertidumbre que les esperan para que el día de mañana tengan acceso a una vivienda, son motivos más que suficientes para afirmar que la política de juventud “está muy mal orientada”.
Las política de juventud siempre ha sido una “gran olvidada”, una de las cenicientas en los presupuestos, puesto que jamás se han planteado programas específicos para la materia, hay que destacar que por mucho que los delegados se impliquen con determinados eventos o certámenes, detalles que se agradecen, son insuficientes para cambiar el sentido al desalentador panorama.
Herramientas como la Casa o el Consejo de Juventud, son irremediablemente necesarias como nexo conductor para el asesoramiento, la información y el desarrollo de actividades, pero no debemos olvidar que es “necesario” implantar un plan integral de juventud, que contemple partidas y programas en todas las delegaciones del Ayuntamiento.
Es por ello que no se entiende como Cultura, Fomento, Turismo, Vivienda, Educación, Fiestas, o Urbanismo por poner ejemplos, sean delegaciones que obvian incluir programas específicos de juventud, con esto se estaría implantando un “Plan Integral”, con el que se podrían perseguir objetivos muy concretos relacionados con la formación, el empleo, la diversificación, acceso a la vivienda y contar con asesoramientos eficaces que beneficien directamente a la población juvenil.
La creación de delegaciones como la de la Mujer o la de Juventud, no tendrían sentido si no existieran los graves problemas discriminatorios con estos segmentos de la población, y no hablo de aumentar partidas económicas, me refiero a ser eficientes acorde con la realidad actual, es decir es un deber que las instituciones comprendan que los objetivos se consiguen instaurando un programa multi-disciplinar generado en todos los departamentos.
Tengo la esperanza ahora que están próximas las elecciones locales, que algún partido plantee estas cuestiones en serio, y pensar que pronto nos planteemos otra realidad, puesto que hablar de juventud, no es hablar solo de botellonas, es mucho más amplio el concepto y la discriminación por el “olvido” es un lastre que siguen sufriendo los más jóvenes de modo injusto.
J. Villegas
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