Uno no quisiera pecar nunca de exagerado, pero articular frases, para contar la realidad de los hechos resulta tan sustancioso que al final la ficción, no es ni por asomo, ni la sombra de la vida real.
Lo de los dirigentes de los gobiernos, a veces no tiene calificativos, dada su responsabilidad, y la falta de ética, que muestran ante decisiones inverosímiles, trasnochadas, y sin razonamientos lógicos, nos dan a entender, la poca vergüenza que tienen alguno de estos.
El disparate del caos, es la satírica respuesta del gobierno de Zapatero, ante la crisis, un día anuncia unas ayudas, al día siguiente estas son protestadas por cicateras, y la respuesta es dar más dinero, de donde no tenemos…es la forma dislocada del desgobierno palpable, una receta que acrecienta la deuda a marchas forzadas. No es seria la respuesta, en primer lugar no pondré en duda, la prioridad de dar a quien más lo necesita, esa cuestión es indiscutible, las formas es la cuestión, y no son precisamente buenas, las que dan nuestros dirigentes, todo lo contrario, un día un ministro afirma una cuestión, y al momento otro ministro la desautoriza, el Sr. Presidente, cuando dijo “digo”, ahora trata de convencernos de que quiso decir “diego”.
Las cifras del paro vuelven a aumentar, es la respuesta a tanta parsimonia, porque según vayan pasando los meses esto irá a peor, ya que esos Planes E, y menta-limón, finalizaran, con lo cual se acaba el guión de lo buenos que son, y ya dejaran de decir, lo de “incidir en la política social”, tocando pitos y flautas.
Es horrorosa la improvisación, ir a saltos de mata, no tener ni idea de por donde salir, y lo peor de todo es ese semblante de soberbios, pronosticando mejoras, y machacando con patrañas políticas, culpando a todo el mundo, sin afrontar sus propias responsabilidades.
En la calle el ciudadano de a pie no tiene esperanza, estos señores llegaron prometiendo mucho empleo, y están ofreciendo todo lo contrario, siendo por ello justo confirmar “que con el gobierno socialista, vamos a salir bien PARADOS”.
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