jueves, 11 de enero de 2018
El deseo
Es pasado el dos mil diecisiete, es hora de balances, de pensadas, de hacer memoria, y en resumida cuenta, de valorar todo lo vivido en estos doce últimos meses. Emociona solo pensar en la gente querida, apena la enfermad, alegra la salud, enrabieta lo que pudo pero no llego a ser, siempre algo que alcanzar, nuestras metas y objetivos, que trataremos de lograr en este nuevo año.
Nuestra ciudad, pasa de puntillas su balance, todo sigue igual o casi igual, como solemos afirmar, cuando no vemos cambios significativos. Seguimos siendo mucha buena gente, gozamos de una bella ciudad, disfrutamos de la mejor gastronomía, productos de máxima calidad, enclaves naturales irrepetibles en cualquier parte del mundo….pero…siempre hay peros. Seguimos adoleciendo de lo mismo, la “economía falla”, nuestra ciudad sigue sumergida en ese nubarrón donde no todo es lírica, ni buenas rimas, sobrado estamos de “arte”, es la tierra de los artistas, pero claro eso no es todo, para que el paro siga empotrando a nuestras familias contra la tradicional pesadumbre del que pasará.
Cada cual hablara de lo que quiera y es libre de hacerlo, habrá quien salga machacando los temas menos gratos, y otros sigan prefiriendo comentar las bondades de esta ciudad, no es ni lo uno ni lo otro, sino uno y otro, cara o cruz, medias naranjas, que combinan el verdadero estado de una ciudad que sigue sin despegar hacia el progreso, o una mejor calidad de vida, aunque disponga de recursos naturales suficientes, que son envidias de grandes urbes.
Es cierto que esta sociedad sanluqueña, precisa de una mayor unión, aunar esfuerzos en todos los sentidos, y digo esto con un sentido optimista de quien está convencido de nuestra capacidad para lograr mejores metas. Ejemplos tenemos muchos y buenos, pero es cierto que cada colectivo, va por libre, el respaldo institucional solo consta en fotos y promesas vacías, las malas costumbres son tónicas que deberían de acabarse, pero es la educación que prima en nuestra clase política local, que no quiere entender, o no sabe comprender lo verdaderamente importante.
Nuestra mayor institución, el Ayuntamiento de la ciudad, cabalga sola, no existe consenso, no se ven los respaldos, los signos políticos siguen siendo sentencias de muerte para el progreso de nuestra ciudad, el “tú más”, es una muestra diaria de insolvencia para emprender grandes proyectos.
Debemos seguir apostando, por lo que de verdad importa, y quizás eventos como la conmemoración de la primera circunnavegación, nuestras carreras de caballos, nuestro clima, nuestra gastronomía, nuestros monumentos, nuestro patrimonio, o nuestros enclaves naturales, nos hagan reflexionar y entre todos queramos aprovechar estas oportunidades. Esto y no otra cosa, dará el beneficio, a los sanluqueños.
Es cierto, que algunos multiplican nuestros males, pero como versa la letra de una famosa canción “son pocos y cobardes”, pero como en la vida “la unión hace la fuerza”, y mientras no exista, esa conexión, nos seguirán viendo como débiles, y entonces seguirán teniendo la oportunidad de alargar el retardo del progreso y la prosperidad.
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