Cuanta sinceridad plasmada en las letras para expresar opinión y cuanto don para ser cautos en el respeto a lo ajeno, compaginarlo es algo magnífico.
Cada uno de esos momentos dedica un esfuerzo más que literario es imaginativo, unos con pluma más fina, otros autores ilustrados pero siempre queda hueco para los humildes ávidos de expresión, la conclusión es finalizar un texto que comienza de una forma y adopta un cuerpo al finalizar moldeado por tintes diversos como sus autores.
Escribir para versar opinión, plasmar sentimientos, ideas o sensaciones no es siempre grato es cuestión de altruismo puesto al servicio de quien de decide leer el artículo. Unos son estupendos en su redacción, hay quien plasma un espíritu, otros parecen un rompecabezas, están los retóricos, los políticos, los religiosos, los antológicos…pero cada uno con su personalidad hacen que sean piezas únicas, que no por ello valiosas.
Redactar un artículo no es cuestión de soberbia es algo más parecido al atrevimiento puesto que no siempre llueve a gustos de todos sobre todo cuando son críticos pero si tengo que decir que reconfortan puesto que es un instrumento más que conforma el pensamiento libre de aquellos que pueden con una expresión sincera conformar un texto sentido por quien lo firma.
Ser versátiles es otra de las armas que más se usan puesto que aunque hay quien dedica su espacio exclusivamente a temas concretos por regla general se suele dar riendas sueltas a la imaginación versando sobre cualquier tema que haya llevado a la inspiración del autor.
A todos aquellos que firman artículos muchas gracias por vuestro compromiso con la sociedad ya que al fin y al cabo son a quienes van dirigidas las opiniones.