El periplo político durante la época estival desemboca en un desierto de ideas siguiendo el camino de los mismos latiguillos cansinos, provocando un desconcierto a la población que parece estar anestesiada por la cirugía barata de unos partidos empeñados en culpar al rival político de tanto desastre generalizado.
Hace uno muy poco que nuestro país "aún llamado España" encabezaba una vez más el ranking vergonzoso con el mayor porcentaje de paro, una nación que parece caminar sin destino a la esperanza y deambula con una población sonámbula dirigida por un gobierno errático por sus decisiones.
Sinceramente los números económicos son vergonzantes para un estado español, que hace nada "era la insignia del desarrollo y calidad de vida" frente a países emergentes con la esperanza de crecer rápido para no pasar tanta penuria.
Ahora sumergidos en un mal sueño envuelto con un dramático papel de regalo reflejo de la dura realidad, vemos como la "identidad ideológica" es una pasada por el forro o bien es tratada con un puntapié de los que duelen en la entrepierna, el gobierno socialista es un ejemplo de distanciamiento radical ante cualquier razón "de la izquierda, defensora de los derechos sociales", más bien parece una reencarnación de un demonio alocado que se cree dueño del abuso descomunal a los ciudadanos.
Las grandes cuestiones que la gente pregunta son variopintas pero otras formaciones políticas debieran tomar las riendas para defender los principios de la izquierda social, y tal vez otros partidos debieran tomar el protagonismo que hace años el socialismo de la chaqueta de pana arrebató de un plumazo de la palestra pública, ¿dónde está la voz de izquierda unida?, ¿y la de los verdes?, ¿qué fue del comunismo español? y ¿a qué esperan los mal llamados libre pensadores?, para decir alto y claro que no están conformes con lo que acontece.
Son muchos grupos sociales que se formaron en torno a un objetivo común, expulsar del gobierno de la derecha española, pero ahora no parecen alterarse demasiado, y por supuesto no tomaré como excepción a los sindicatos que han presentado una huelga general descafeinada pero apurada de frenada.
Es por ello que aún no compartiendo ideas políticas estuchadas como de "izquierdas o de derechas" es preciso aclarar posiciones y aquellos que engañaron con sus principios vayan desfilando a los apeaderos donde sus decisiones no repercutan contra el interés general de los ciudadanos.
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José Villegas Rosa
Sanlúcar de Bda. (Cádiz)
http://josevillegasrosa.blogspot.com/
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